Uno de los principales objetivos de un ERP es sintetizar procesos internos y automatizar tareas. Por este motivo existen diferentes módulos específicos para diferentes perfiles de profesionales, como: RRHH, producción, calidad, etc.
Dentro de la gama de posibilidades, hoy explicaremos las claves para llevar una correcta gestión financiera de la empresa:
Contabilidad actualizada: a través de la herramienta, se pueden reducir horas invertidas en la gestión derivadas de la propia actividad contable y evitar errores humanos, los cuales muchas veces son difíciles de detectar. Las variaciones en el activo y el pasivo son visualizadas de forma actualizada de forma automática.
Visualización de los estados financieros: tener información actualizada es muy importante para gestionar la liquidez y el flujo de caja. También resulta necesario poner disponer de un sitio para poder las diferentes operaciones realizadas en un período de tiempo determinado, así como movimientos concretos.
Definir y analizar los KPI’s: a la hora de llevar un control contable es importante identificar los aspectos más relevantes para poder definir las métricas a tener en cuenta y centrar los esfuerzos en aspectos concretos.
Base de datos: tener un sistema que permita modificar y entrar los datos de forma uniforme es vital para poder llevar a cabo una contabilidad correcta, para evitar errores con cambios en clientes, proveedores o cualquier otra organización.
Trabajar en equipo: la configuración del ERP es personalizable y ajustable según la actividad que desarrolla un profesional o un departamento concreto. Por lo tanto las personas que desarrollan su actividad en una sección concreta de la organización reciben los mismos datos.
Control de costes: a través del ERP se puede realizar un análisis exhaustivo de las diferentes unidades de negocio. A través de esto se puede realizar un control de coste con el fin de reducir los que no sean necesarios y así aumentar el margen por cada elemento producido.