El sector cárnico es uno de los ejes centrales de la economía de nuestro país. Este sector aporta a la economía nacional unos 26.882 millones de euros y es una de las áreas que ha resistido mejor el inicio de la crisis provocada por la situación excepcional que estamos viviendo. El corte de la demanda de los bares y restaurantes se ha visto contrarrestada por un fuerte incremento de la comercialización de estos bienes alimenticios en los supermercados.
La ganadería cárnica emplea de forma directa a más de medio millón de trabajadores, actualmente el sector está formado por más de 350.000 granjas/instalaciones productivas divididas entre: sector porcino (83.360), sector vacuno (130.790), sector ovino (113.779), sector cunícola (1.972) y sector avícola (19.070). Por otro lado, otras empresas situadas en otras fases de la producción, también contribuyen al empleo nacional. Las industrias cárnicas prácticamente llegan a los cien mil trabajadores y el comercio minorista setenta y cinco mil.
Estos datos sitúan este mercado como uno de los tejidos productivos más grandes y resistentes de España, ya que en total se contabilizan unas 2.800 empresas centradas en la producción de estos alimentos (sacrificio, despiece, elaborados,…) . Tanto es así que como vimos en el anterior post, esto ha despertado el interés de este mercado en otros países lejanos como Japón.